Finisterre

 

El Mare Tenebrosum

La vida en Fisterra gira en torno al puerto pesquero y la lonja. En la parte antigua podemos apreciar el ambiente marinero en las estrechas y retorcidas calles, en las casas con balcones o patines, en las plazas, en las tabernas y tascas típicas, donde se sirve la mejor materia prima del mar. Descubrir Fisterra es como viajar en el tiempo. Es el fin del mundo, el Mare Tenebrosum de los romanos, el último escollo en "El Camino" del largo peregrinaje. Cuatro playas rodean el pueblo: Langosteira, situada a la entrada, un precioso arenal de 2 km de longitud. Cala de Corbeiro, hay que caminar desde el castillo de San Carlos hasta el final del paseo marítimo. Ribeira, playa urbana al abrigo del rompeolas. Mar de Fora, salvaje y solitaria, saliendo del pueblo en dirección noroeste.

Cabo Finisterre, Señor de las Tormentas

Sin duda el más emblemático de los cabos del litoral gallego. Constituido por una península que se adentra en el mar 3 Km. El hecho de que esta punta fuera el "Finis Terrae" para los antiguos hizo que nacieran entorno a ella una serie de leyendas. Hay autores que identifican el cabo Fisterra con el antiguo Promontorio Nerio de los geógrafos romanos, otros sitúan en este lugar al Ara Solís, en la que se practicaba culto al Sol. Hay cerca del lugar una serie de piedras vinculadas a leyendas religiosas: las piedras santas, las piedras manchadas de vino, a cadeira de pedra, la tumba de Orcabella. En verano cientos de personas se congregan cada día en los acantilados cercanos para asistir a un espectáculo único: las puestas de sol de hierro candente sobre el océano Atlántico.

Web oficial del Municipio de Fisterra

 

Playas de Finisterre



Lugares de interés



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